Historia de las bicicletas híbridas
Lo primero de todo os vamos a contar el nacimiento de las bicicletas híbridas para ponernos en situación. Si nos remontamos a finales de los años setenta, las bicicletas más comunes eran de 10 velocidades y las bicicletas urbanas utilizadas eran de una única velocidad. Cuando estalla el boom de las bicicletas de montaña, a comienzos de los ochenta, éstas tienen una gran aceptación, pero para los usuarios de ciudad, no acababan de encajar. Esto era debido a su peso principalmente.
Es en este punto donde los fabricantes diseñan y crean las bicicletas híbridas, que se encuentran a medio camino entre una bicicleta de montaña y una bicicleta de carretera.
¿Qué características tienen las bicicletas híbridas?
Aunque algunas de ellas están más cerca de una bici MTB y otras más cercas de una bici de carretera, la mayoría de ellas se caracterizan por:
1.- Manillar: por norma general son muy similares a los de montaña, rectos. Podemos encontrar manillares con potencias ajustables o incluso también manillares de trekking.
2.- Cuadro: se busca el máximo confort, por lo que la geometría utilizada en las bicicletas híbridas permiten al usuario estar en una posición recta con brazos y cuello relajados. Si nos vamos a opciones de alta gama pueden estar fabricadas en carbono, aunque lo normal y habitual es que sean de aluminio.
3.- Ruedas: el ancho suele estar entre medias de una bici MTB y una de carretera. La cubierta que se usa es perfecta para carretera, siendo lo más común el rodado 700.